Hola a todos:
Deseándoos a todos una feliz entrada de año el primer reportaje de 2017 va a ser sobre el funicular de Artxanda.
Si bien en octubre de 2015
conmemorábamos el centenario de este medio de transporte que salva la altura existente entre el monte Artxanda y Bilbao, concretamente en el barrio de Castaños. En diciembre de 2016 Juanjo Olaizola y Joseba Barrio han escrito un libro llamado
Artxandako Funikularra 1915-2015. El funicular de Artxanda 1915-2015.
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portada del libro |
El pasado 24 de diciembre cayó en mis manos de parte de Olentzero que, para los que no sepáis, es un carbonero (mitológico) que viene desde las montañas de Euskal Herria todas las noches del 24 al 25 de dicoembre y reparte regalos.
Un día de esta semana anterior estuve con Joseba, uno de los que ha colaborado en la edición del libro. Además es agente del funicular y, gracias a ello, como forma de agradecimiento me enseñó como es un funicular y las instalaciones del de Artxanda.
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Funicular pasando por el puente de Ciudad Jardín. |
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Coche B del funicular |
Desde la estación superior se controla que todo el sistema funcione correctamente. Desde aquí también supervisan el debido funcionamiento de la red de ascensores y escaleras mecánicas que gestionan en Bilbao.
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centro de control |
Debajo del acceso de viajeros está la sala de máquinas, con un complejo sistema de poleas que, a su vez llevan una reductora para adecuar la velocidad de rotación del motor con la demandada por la polea.
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Poleas. La primera mueve a la segunda. La primera (más dentro) está controlada por la reductora (la pieza azul más grande) que, como he comentado antes adecua la velocidad y potencia transmitida por el motor |
También me explicó una serie de detalles que me llamaron la atención. Por ejemplo, al cruzarse los dos fucniculares cada uno, siempre va para una de las dos vías, Siempre a la misma. La selección de la vía no se realiza con agujas mecánicas como en el tren.
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Detalle del cruce |
Cuando desciendes ves, hasta la mitad del recorrido, el cable que tira del vehículo que asciende. Cuando asciendes contemplas el cable que te tira de tu vehículo y desde la mitad del recorrido también puedes ver el que sujeta al coche que desciende.
Si necesita reducir la velocidad se puede frenar de manera gradual desde la cabina accionando unos pulsadores. Si se necesita una frenada puntual o estacionar el vehículo en la línea, existen unas mordazas que retinenen las ruedas en el carril. Estas las acciona el agente desde la cabina de conducción apretando unas galgas o tiradores.
Para captar la energía aprovechan el tiempo de parada en las estaciones y se recargan unas baterías. El funicular antiguo si que llevaba un cable en la parte superior con un pantógrafo o trole, como en los trenes y tranvías.
Este funicular es de diseño ABT. Por ello una de las ruedas es con pestaña, similar a la de un tren y la otra es un tambor. En la siguiente foto vemos un conjunto montado en el taller de Lebario de Euskotren perteneciente al funicular de Larreineta. Es como este.
Periodicamente, debido a las dilataciones cortan el cable y, debido a que el último corte lo han realizado hace poco se nota que el vehículo, sobre todo en la estación inferior, para más atrás.
En el libro se trata el centenario del funicular (Desde su diseño, construcción, primera época, segunda y tercera, la actual, etc.) El primer capítulo es muy deductivo. Empieza hablando sobre el ferrocarril y como se las han visto para salvar las montañas al tren cremallera y, finalmente, entrando en el segundo capítulo, se llega a lo principal, al funicular. Se empieza explicando en que consiste este medio de transporte y dando ejemplos de varios funiculares que hay en Euskadi y en el mundo.
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Coches primitivos. Azules y de madera |
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Puente de Ciudad Jardín |
Si os gusta este tema de funiculares y demás medios guiados por cable os recomiendo comprarlo. Es de la editorial Maquetren (Accediendo a su web podéis comprarlo. De momento no está pero lo pondrán. Si no tenéis la opción de poneros en contacto con ellos). Finalmente agradezco a Juanjo Olaizola y a Joseba Barrio el empeño y esfuerzo que han puesto para hacer este recomendable libro.