miércoles, 6 de julio de 2016

Cumpliendo sueños: Fogonero por un día

Hola a todos:

El pasado domingo 3 de julio pude cumplir un sueño que he tenido desde siempre: Montar en una locomotora de vapor. Todo ello gracias al Museo Vasco del Ferrocarril que me brindó, y brinda la oportunidad para realizar la actividad llamada Fogonero por un día, que se ofrece de manera abierta.

maniobrando con la Aurrera
La misión de un fogonero es la de supervisar que la locomotora tenga agua y carbón para hacer una correcta combustión. Va a un lado con el maquinista, quien, como en tiempos actuales, se encarga de abrir y cerrar el regulador, accionar los frenos, etc.

Yo (izquierda, junto a la aguada) con Juanjo Olaizola 

El plan fue el siguiente: Durante hora y media el maestro Juanjo Olaizola me explicó todo lo que concierne a las locomotoras de vapor. Su rodaje, las partes, las funciones de cada una y la prevención de averías o accidentes.



Cuando llegué yo, justo la estaba encendiendo y, yo me encargué de echar paladas de carbón para que se vaya quemando y, así generar el vapor que después moverá los motores que permitirán su tracción a través de un sistema de bielas.



Luis Quelle echando agua

Después, cuando la locomotora estaba engrasada y lista para salir realizamos las maniobras para acoplar a los coches (C1+C2 del Urola y uno de FFVV). A las 12:30 Juanjo, Luis (fogonero) y yo, Unai Bravo partimos hacia Lasao. Aquí me enseñó como funcionaba el sistema neumático de las manguetas de freno de las composiciones del tren.

Luis Quelle acoplando

Durante el viaje Juanjo me iba explicando como era el perfil de vía, que, junto con las características del tren a conducir hay que conocerlas porque cada tren y cada línea es un mundo (eso no ha cambiado pese a las modernidades que ha ido viendo el ferrocarril).

Una foto muy bonita que sacó mi hermano con la composición en movimiento. Me encanta este efecto

Finalmente llegamos a Lasao, donde realizamos la maniobra de inversión de la locomotora y volvivmos a salir hacia Azpeitia. Esta vez no saqué yo fotos. Las mías las sacó mi hermano Oier y ya vi a algún otro visitante sacándome fotos.



Para terminar agradezco a Juanjo Olaizola, a la BML (Asociación de Amigos del Museo Vasco del Ferrocarril) y a Euskotren la muy buena gestión que están realizando en el Museo, porque no sé lo que serían sin ellos al mando.

Mercedes, presidenta de la BML que pone todo su empeño en hacer las visitas al Museo un poco más amenas teatralizando las situaciones (en en taller o en el tren), Juanjo, a los mandos y yo atendiendo a sus explicaciones

Por cierto, para realizar la actividad tenéis este enlace (web de Euskotren) donde se explica detalladamente el proceso, pero también os lo explico. Os apuntáis en la dirección de correo que aparece en el enlace, ingresáis 50€ (seguros y demás) en la cuenta bancaria (Caja Laboral) y, el domingo que elijáis (hacerlo con 72 horas de antelación o antes) debéis presentaros en la puerta del Museo (Solo una persona por jornada) a las 11. Ese día debéis llevar el DNI y la confirmación de reserva y hasta las 12:30 Juanjo da el curso básico y, desde entonces disfrutaréis del viaje. El Museo te da un buzo y guantes pero es aconsejable llevar calzado negro, viejo, botas de monte o zapatos de trabajo, ya que os mancharéis. Si algiuen lo hace, de verdad, lo recomiendo, si os gusta el ferrocarril lo vais a pasar muy bien.



2 comentarios:

  1. Ya había tenido noticia acerca de esa brillante iniciativa,seguro lo pudiste disfrutar al máximo,enhorabuena!

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  2. En Estados Unidos en los años 30 los fogoneros llevaban unas botas negras especiales para este trabajo. En inglés se llaman engineer boots. Las usan los motoristas. Marcas que las venden son Red Wing Heritage, Chippewa, Wesco y Frye.

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