domingo, 17 de enero de 2021

Ferrocarril del Urola (Zumaia-Zumarraga, o ZZ): Historia

Durante las próximas semanas el tema a tratar en el blog será el Ferrocarril del Urola, una línea ferroviaria de vía métrica cuyo origen era la estación de Zumarraga y llegaba, atravesando el valle que daba nombre al ferrocarril, hasta Zumaia.

HISTORIA

La comarca del Valle del Urola necesitaban un transporte eficaz para comunicar los pueblos que la forman (Azpeitia, Zumaia, Zestoa, Azkoitia…) para ello optaron por el ferrocarril que discurriría siguiendo el cauce del Río Urola porque era lo más fácil, a la hora de construirlos y para que el material motor pudiera hacer frente al recorrido, a veces, sinuoso, en Euskadi. 
Placa conmemorativa de la imauguración, en mármol. Preservada en el Museo Vasco del Ferrocarril de Euskotren

Este ferrocarril es muy característico, ya que, fue el primero en poseer material remolcado metálico. En el año 1887 los ayuntamientos de la comarca del valle del Urola (Zumaia, Zestoa, Azpeitia, Azkoitia…) en colaboración con el ingeniero Pablo de Alzola redactaron un proyecto de un ferrocarril que uniría Zumaia con Zumarraga. Pablo Alzola gestionó el proyecto. 

Tras estudiar el proyecto con curvas de, hasta 60m, se valoraron otras opciones, tales como un tranvía entre Azkoitia y Zumaia. En la comarca del Urola había poca industria y, debido a ello, poca demanda de viajeros y mercancías, por lo que no se generaba liquidez. En 1908 gracias a la Ley de los Ferrocarriles Secundarios y Estratégicos se veían posibilidades de construir un ferrocarril, gracias a las subvenciones. Dos años más tarde la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados contrató a Manuel Alonso Zabala para que redactara un proyecto de ferrocarril con un recorrido más suave que el planteado por Alzola. 
Una de las curvas del trazado

La Diputación de Gipuzkoa apostó muy duramente para que se construyera un ferrocarril en esta comarca, y así, que funcionara. En dicha zona, todavía, existen los elementos turísticos, tales como el Santuario de Loyola o el Balneario de Cestona. El capital no era suficiente para hacer frente a las obras, nadie quería coger la concesión del ferrocarril… el panorama era desolador, entonces, a la Diputación, se le ocurrió coger ella misma la concesión. El diputado de la época era el azpeitiarra Julián Elorza. El cargo de director de las obras fue adjudicado a Manuel Alonso Zabala. 
 

Santuario de Loyola

En un principio la intención era explotar la línea con tracción a vapor, pero, debido a las ventajas económicas que ofrecía la tracción eléctrica (menos personal ya que no hacía falta la figura del fogonero), menos emisiones de humos…

Para construir la línea se emplearon taladros neumáticos instalando seis centrales compresoras unidas entre sí por una tubería con tomas de aire cada 30m.

El 22 de febrero del año 1926 el rey Alfonso XII llegaba por el Ferrocarril del Norte a Zumarraga para inaugurar el nuevo ferrocarril. Durante el viaje pararon en todas las estaciones donde, tanto el moderno tren como el rey fueron aclamados por la multitud de personas. En Azpeitia visitaron las oficinas, subestación, cocheras y talleres (lo que hoy en día es la sede del Museo Vasco del Ferrocarril de Euskotren) y se descubrió una placa conmemorativa que todavía se conserva. Acabados los actos inaugurales las personas invitadas siguieron hasta Zumaia donde engancharon al tren una locomotora a vapor para seguir hasta Donostia, donde, empleando la vía del Tranvía de Hernani, llegaron hasta la Plaza Gipuzkoa remolcados por la locomotora AEG-101 del Topo, donde degustaron una suculenta comida.
Tren inaugural en Azpeitia. Foto, Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

 El trazado es bastante fácil. A penas hay puntos sinuosos o curvas cerradas salvando, incluso, el duro tramo entre Urretxu y Zumarraga. La línea tiene varios puentes y túneles en sus 36km de recorrido. Los edificios de las estaciones y apeaderos no son estándar, siendo diseñados por el arquitecto D. Ramón de Cotazar.

Pese a la dura inversión que se hizo en la construcción y apertura del ferrocarril, no se volvió a invertir en el mantenimiento de la vía, instalaciones, material móvil, etc. Ello se debe a que los ingresos eran muy bajos, y a final de año, el balance casi siempre salía negativo. En el año 1986, al pasar este ferrocarril al Gobierno Vasco se barajaron dos posibilidades: O invertir una alta cantidad de dinero en modernizarlo, o cerrarlo y hacer el servicio con autobuses. Hubo varios intentos, pero en el año 1988 se procedió al cierre de la línea.

Debido al cierre, en el año 1990 se procedió a reformar las instalaciones de Azpeitia para albergar el Museo Vasco del Ferrocarril. Por otra parte, el antiguo trazado, salvo la sección Azpeitia-Lasao, donde hay vía sin electrificar para los servicios del tren a vapor o diésel del Museo, ha convertido en una vía verde.
Aurrera (FV-104) recién llegada a Azpeitia con uno de los servicios turísticos del Museo Vasco del Ferrocarril de Euskotren en tren a vapor, para que la gente conozca la historia del ferrocarril y las viscitudes de un viaje en tren a vapor.

En 1985, a pesar de haber buscado alternativas para no cerrar el ferrocarril, se determinó cesar la actividad porque las obras de remodelación eran muy elevadas; el número de personas viajeras era muy bajo y el transporte por carretera en coche estaba ganando terreno al vetusto ferrocarril.

La línea de Lurraldebus UK-06 es la que se encarga de comunicar Zumaia con Zumarraga y viceversa. Hasta hace unos años y, desde el cierre del Ferrocarril del Urola, era explotada por Euskotren. En la actualidad la gestiona Autobuses La Guipuzcoana
 

WEBGRAFÍA

  • Wikipedia
  • Ferropedia
  • Euroferroviarios

AGRADECIMIENTOS

  •  Juanjo Olaizola, director del Museo Vasco del Ferrocarril de Euskotren


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