Todo lo que sucede en el Metro se
controla mediante el PMC (Puesto de Mando Central) que dispone de una gran
pantalla donde, en tiempo real se muestran las circulaciones de los trenes que
trasladan a tantas personas de un punto a otro de la línea, también se
supervisa que los enclavamientos, señales luminosas, agujas, etc. Se encuentren
en la posición correcta, además de que haya tensión constante en toda la red
eléctrica (1,5 kV en catenaria).
Hay 3 tipos de conducción. El
primero es el Manual, usado con muy poca costumbre y reservado para talleres o
sitios donde haya obras, donde el tren solo reconoce el estado de los semáforos
o señales luminosas.
El ATP (Automatic Train Protection) que
supervisa el estado de las señales luminosas, velocidades, paradas o agujas y
las manda a la unidad a través de dos antenas localizadas bajo bastidor de la
UT, dos debajo de cada cabina. El medio de transmisión es el carril por el que
circula una trama binaria formada por 1 y 0. En este caso el maquinista se
encarga de acelerar y frenar el tren usando un manipulador.
El tercer modo es el ATO (Automatic
Train Operation) y es el más usado en la red. Este modo supervisa y controla
toda la señalización y velocidades del tren. Aquí el la unidad va a la
velocidad máxima de cada tramo y el maquinista solo se encarga de bloquear o
desbloquear puertas y, accionando dos pulsadores, el tren avanzaría por si
solo, todo ello controlado por varios procesadores. El medio de transmisión
sería una antena ubicada bajo bastidor, en cada coche del a UT que radia ondas
electromagnéticas y, cuando coincide con una baliza, ubicadas a lo largo de la
red, interpreta lo que esta lleva grabado.
Antena de ATO |
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